Adopción y parejas del mismo sexo III: Qué es una familia

Mucha de la discusión no solo sobre la adopción a parejas del mismo sexo, sino en general sobre la temática de la homosexualidad, remite a la cuestión de la familia. Muchos dicen que no se debe tolerar la homosexualidad porque atenta contra la unidad de la familia. También he conocido casos de quienes han sido rechazados por su núcleo familiar debido a su orientación sexual, y que por ello se han reevaluado el concepto de familia. Alguna vez conocí a un hombre que, precisamente, consideraba que el término se refiere a aquellas personas más cercanas que te cuidan y para quienes eres especialmente importante. Según él, no podía considerar que sus padres estuvieran dentro de ese especial círculo, porque lo habían rechazado.

Esto nos remite a un problema: ¿qué es una familia? Precisamente los opositores a la adopción homoparental aducen que una pareja de dos hombres o dos mujeres no puede constituir una familia auténtica. La única posible es la basada en una pareja heterosexual casada. Pero es bueno preguntarse cuántos núcleos familiares siguen ese modelo. Hágamonos esa pregunta honestamente.

Empecemos por preguntarle a las ciencias humanas. ¿Qué nos podrían decir la antropología o la sociología? Creo que difícilmente alguien protestará si decimos que la unidad básica que constituye a todas las sociedades es la familia, pero lo que han revelado décadas de exploración de diversas tribus y pueblos por todo el mundo es que no se constituye del mismo modo en todas las sociedades.

Tenemos el típico ejemplo de los musulmanes, que pueden tener varias mujeres si pueden mantenerlas. Por otra parte, las tibetanas podían tener varios maridos (hasta que el gobierno comunista chino lo prohibió). También hay pueblos donde el cuidado de los niños es tarea tanto de sus padres biológicos como de sus tíos. No en todos los pueblos, además, los lazos familiares son genéticos.

Ahora, si nos preguntamos cómo son las familias en nuestras sociedades, nos daremos cuenta de que la variedad es mayor de lo que suponemos. Ya son muy numerosas las madres que se encargan solas (es decir, sin marido) de la crianza de sus hijos. Es aún más común el caso de los divorciados con hijos que vuelven a casarse y tienen otros más, lo cual enreda aún más la pita. Por ejemplo, se ve muchas veces el caso del muchacho que vive con su papá y la esposa del mismo, pero igual mantiene un lazo con su mamá biológica. Sin mencionar que crea lazos con sus «nuevos hermanos», los cuales a su vez tienen su papá biológico por otro lado. Ni hablar de las niñas y niños criados por sus abuelas. Conocí un caso de este tipo: el niño vivía con la abuela y la madre, pero ésta lo abandonó cuando él tenía unos tres años. La señora se convirtió en su única familia.

Aunque una historia que me llama especialmente la atención es la de uno de mis estudiantes de inglés (hace un par de años), que me contaba cómo había salido de su casa con un grupo de amigos cuando él tenía unos 12 años. Hablamos de jóvenes entre los 12 y 15 años que deciden despegar de sus hogares (¡con la aprobación de sus padres!) y salen a defenderse por sí  mismos. Con el tiempo fueron viajando y estableciéndose en diferentes poblaciones, hasta que cada cual tomó su propio rumbo. Pero mientras tanto, vivieron prácticamente como una familia: dormían y vivían en el mismo lugar, viajaban juntos, tenían una vida cotidiana juntos… ¿Por qué no llamarlos una familia entonces?

Es importante tener presente la complejidad familiar de nuestras sociedades si queremos hablar de adopción. No debemos desconocer que existen muchísimos tipos de familia y que, como tal, no resulta fácil definir el término. Pero, claro está, aquí también entra lo normativo. Cualquiera dirá que un objetivo fundamental de un núcleo familiar es garantizar que el niño crezca en un ambiente propicio para su desarrollo, y que por ende no cualquier núcleo familiar es apto para cumplir este crucial papel. ¿Pero entonces cuáles lo son? Hay quienes dicen que solo en la familia «tradicional» (papá-mamá-hijos) se pueden dar las condiciones para el sano desarrollo de los infantes. Pues bien, o se equivocan, o nuestra sociedad es sumamente disfuncional.

Para la próxima habrá que hablar de esa pregunta: ¿Qué tipo de familia necesita una sociedad? ¿Qué condiciones mínimas debe suplir para cumplir su papel formativo?

2 respuestas to “Adopción y parejas del mismo sexo III: Qué es una familia”

  1. Silphid Says:

    El asunto de la familia tradicional es una de las ficciones e hipocresías que ha impuesto la iglesia católica en occidente, como es costumbre, a fuego y espada, tiene implicaciones metafísicas y relativas a la manera en como definimos y entendemos el cosmos, como se podría encontrar en mejores términos y explicado por alguien más listo que yo como lo fué Juan Rafael Santos en http://the-fourth-world.blogspot.com/.

    Lo que sí podría aportar es que una discusión sobre lo que define a una «familia» debe arrancar en el fenómeno, no desde dogma alguno, observar lo que es y no predicar lo que no es, lo cual, de nuevo, supone un cambio de nuestro papel de jueces a uno de observadores, un cambio que en lo personal me siento más que dispuesto a aceptar.

  2. Daniel Garzón Says:

    Te cuento que la semana pasada el Distrito estuvo repartiendo casi 4 mil subsidios de vivienda a familias. Entre las familias se encontraba una chica travesti que vive sola, que fue reconocida como familia unipersonal (o una denominación por el estilo), y a la que le fue asignado uno de estos subsidios familiares. La ciudad se mantiene firme en su reconocimiento de la diversidad. Un abrazo

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